lunes, 13 de octubre de 2014

Capitán de Mar y Guerra (Aubrey/Maturin 1), de Patrick O'Brian [Master and Commander]

Título: Capitán de Mar y Guerra [Master and Commander] (Aubrey/Maturin 1)
Autor: Patrick O'Brian
Publicación: Barcelona: Pocket Edhasa, 1997 (1970)


Argumento [de la edición de Pocket Edhasa]:

Patrick O´Brian reconstruye toda una civilización y nos presenta los arcanos de un mundo terriblemente hostil y cruel pero valiente. Todas las armas navales ocupan su lugar y funcionan; los combates son conmovedores y el quehacer cotidiano de un navío de vela se nos muestra a la perfección. Lo que da, sin embargo, su mayor fuerza a la novela es la honesta exploración de la humanidad de los personajes, su vitalidad y su sensualidad.


Mi lectura:

Barquitos. Barcos por todas partes. Y barcos y barcos y barcos y más barcos y gracias al cielo que adoro los barcos. Me empecé este libro porque mi amiga Àngela me los había recomendado muchas veces -porque ella sabía lo mucho que me gustan los barquitos, y la peli, y todo en general-, así que acabé cayendo en el primero. Y oh. Oh. Me ha encantado, personalmente me ha encantado, pero se que más de uno de vosotros pasaría por algunas partes en diagonal.

Jack Aubrey tiene una flor en el culo, y la novela va de eso, porque incluso el tener al doctor Stephen Maturin a su lado es una suerte. Si, la novela va de un navío y la Armada inglesa y... Que no, que no. Que la novela va de la suerte que tiene Jack Aubrey para todo (y lo listo que es, también), además de ser un camino en el que descubrimos la humanidad de ambos personajes en su camino juntos, desde que se conocen y Jack, el capitán Aubrey, quiere tener al doctor Maturin sobre su barco caiga quien caiga.

Es una novela con una cantidad infinita de detalles para absolutamente todos los gustos, ya que en medio del barco nos podemos encontrar leyendo sobre política, deportes, guerra, sexualidades de todas las formas; podemos ver en ocasiones alusiones literarias, podemos ver cómo los personajes hablan sobre ciencia. Pero eso sigue sin ser lo más importante, porque lo que de verdad nos está dando O'Brian es una clase avanzada sobre la humanidad de Jack Aubrey y Stephen Maturin.

Porque a lo largo de la novela vamos a conocerles, vamos a conocer muchos rincones de su personalidad y vamos a ver cómo evolucionan, o qué partes brillan más cuando se provoca que salgan a la luz, vamos a conocer lo que ama cada uno, sin lo que no pueden vivir. Veremos el amor de Stephen por la naturaleza, el amor de Jack por su navío. Veremos la música que hacen juntos (literalmente, por desgracia para los que tienen que convivir con ellos), la intimidad que se desarrolla.

Y da igual lo que se ponga de por medio, son importantísimos el uno para el otro. De hecho, esto es algo que quiero ver cómo evoluciona en los siguientes 20 libros (si, señores, son un total de 21) (no, no me pongo fecha alguna para leerlos, porque no es plan) (pero os invito a hacerlo, jajaja).

Pero claro, en esta novela no todo es absolutamente perfecto. Es una obra maestra, pero tiene sus cosas no tan buenas. Y es que el viaje en si es lo de menos. Lo que hace en barco es lo de menos, y quizá eso pueda llegar a ser un problema. Para mi la interacción entre los personajes era suficiente, pero para alguien que no logre conectar con ellos plenamente puede que no lo sea. La calidad literaria es innegable, y si te gusta la novela histórica o naval, te encantará.

Igualmente, recomiendo dar una oportunidad a esta saga empezando por el primero, Master and Commander, y más aún si os gustó la película. Si además os gusta la vida marina, los marineros, las descripciones de barcos y de la vida a bordo... Lo disfrutaréis el doble. Amistad y guerra a bordo de la Sophie. 

PD: Señor Aubrey, señor Maturin... Hagan el favor de dejarse de tonterías: ¡cásense ya! 

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Muchas gracias por los comentarios y lecturas del post anterior. Sigo con reseñas lunes y jueves, y entradas de blog los sábados.

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