sábado, 4 de octubre de 2014

Adaptaciones de libros al cine y otras bestias mitológicas

La adaptación de un libro al cine es un tema generalmente pantanoso, pero soy una valiente, así que me voy a poner mis botas de agua y vamos a ello. Hasta el fondo, sin miedo.

Adaptaciones y otras bestias mitológicas

Te has leído un libro que te ha enamorado, te ha gustado, tienes algunos personajes por los que pierdes las br- la cabeza, te imaginas ya sus caras y los actores que los representarían, tienes seleccionadas tus escenas favoritas, te lo quieres releer en cuanto acabes la lista de lecturas que tienes pendientes en ese momento. Ese libro te ha gustado en plan mucho. Y entonces, llega un director de cine, y suelta la gran bomba que te provoca alegría y terror a la vez.

Van a adaptar esa maravilla literaria al cine.

Cualquier excusa es buena.
¡Bien! ¡Mal! ¡Qué ganas! ¡Qué miedo! Y demás sensaciones que te recorren porque eres perro viejo y tienes ya años de malas y buenas experiencias a tus espaldas. Vas a poder disfrutar tu libro con la magia del cine, lo que siempre emociona muchísimo. Esos efectos especiales, los diálogos con unos actores que en ocasiones incluso los mejoran (aquí nadie está pensando en el Tywin Lannister de Charles Dance)... Pero ay. Ay, lo que puede llegar a hacer un director con un corazón cruel y un contrato que le permita hacer lo que quiera con tu libro (porque ya no es ni el libro del autor, es tu libro y son tus personajes).

Porque tu ya eres perro viejo en estos lares y ya te han destrozado suficientes libros y sagas como para ir preparado al cine, pensando "es solo una película, es la adaptación, no es el libro". Pero te duele igual, porque eres tonto y te creas expectativas, es lo que hay. Ahora mismo estáis diciendo la mitad que si y la otra mitad que no mientras leéis, los que decís que no, no mintáis, veo la decepción escrita en vuestros ojos al salir del cine o al acabar el capítulo y ver que se han dejado una parte importante de la serie que solo les hubiese costado quitar un minuto de tetas (HBO, hay cosas que no se perdonar). 

La gente que trabaja en la obra se leen la obra. Lo se, yo más de una vez he dicho (a gritos alguna vez y con algún taco más probablemente, no muchos, que yo soy muy fina -ehem-): "¡Ni se lo ha leído! ¡Ha hecho lo que le ha dado la gana!" ... No. Esa gente se trabaja mucho las obras, pero las leen. Las están leyendo, y una obra tiene tantas versiones como ojos la observan. Miras un cuadro y sacas un significado totalmente distinto a cada ser humano que lo ha visto. Lees un verso, y te provoca sensaciones distintas a las de tu vecino, que lo ha leído quizá al mismo tiempo, en ese mismo minuto.

Cada vez que lees un libro, extraes sensaciones únicas y distintas a las de cualquier otro ser humano. Nadie, nadie puede leer ese mismo libro de la misma forma en la que lo has leído tu, y nadie podrá hacerlo.

Está triste porque él no se declaraba así.
Y eso es importante, porque una adaptación es un grupo de personas que tienen que poner de acuerdo sus lecturas bajo las órdenes de un director. Cuando Joe Wright quiso adaptar Orgullo y Prejuicio decidió que Mr. Darcy se declaraba mojado tras haber corrido bajo la lluvia. Decidió explotar el romanticismo (género, no corriente) de la obra al extremo. Jane Austen no estaba escribiendo una novela romántica, y eso lo sabe cualquiera que se haya tomado la molestia de leer la obra. Pero fue lo que quiso mostrar Wright en su película (y lo que se ha adaptado casi siempre de Austen, y lo que triunfa en las taquillas). Es una adaptación medio decente. Es una gran película. (Aunque yo prefiero la adaptación de la BBC con el señor Colin Firth, si se me permite opinar).

Un día te dicen que van a hacer una película de El Hobbit. Que la va a hacer Peter Jackson. ¡Qué emoción!, piensas, ¡El Hobbit! Ya te quitaron cosas en El Señor de los Anillos, ya te destrozaron partes del argumento, ya se sacaron las suficientes cosas de la manga como para llenar una enciclopedia de errores, pero las disfrutaste tanto, tantísimo en tu butaca de cine que, sinceramente, te da lo mismo porque tienes ganas de verla. Pero, ¿Peter Jackson? ¿El Hobbit? Es un cuento, no es una novela de fantasía épica.

Bueno, pues para Peter Jackson si.
(Y para la taquilla también)
(Y no es una, que son tres)
(Que van a vender mucho)

Y así funciona. Nos guste más o nos guste menos. Pero, ¿cómo dejo de decepcionarme entonces cada vez que voy al cine a ver una película que adapta un libro que me gusta? Siendo consciente de que estás viendo una película, no estás leyendo un libro. No, no es lo mismo. Un libro te puede dar cosas que el cine jamás logrará, por más efectos especiales que le pongan. Y el cine logra cosas que un libro no te puede dar. Son entes distintos de los que se puede disfrutar mucho e incluso de la misma forma si no se mezclan. Si logras ser consciente de que un director ha leído el mismo libro que tu pero a su corazón ha llegado un libro distinto.

Hablando de excusas.
Y así, logras olvidar que Sirius Black tenía 30 años y no 50, porque es Gary Oldman y su voz y sus ojos. Y logras olvidar que Severus Snape era larguirucho y delgaducho y con una nariz bastante más llamativa, porque cuando Alan Rickman abre la boca y se mueve ante una cámara, el resto poco importa. Y los agujeros que le hacen a los libros importan algo menos porque es mágico. Y ni piensas en que de Alejandro Dumas apenas toman los nombres de los personajes y alguna descripción en El Hombre de la Máscara de Hierro, porque a ver quien es la guapa que le dice que no a Jeremy Irons en esa guisa, acompañado de John Malkovich y Gerard DePardieu.

Y logras olvidar que Coppola estaba adaptando Drácula porque la historia que te cuenta es una de un amor que supera fronteras. Que no tiene nada, nada, nada que ver con lo que intenta decir el libro, y es una adaptación de una adaptación como todas las adaptaciones de Drácula, que no hay ni una que esté pensando realmente en el libro, pero es un personaje tan mitificado que logras olvidarte de que hay un libro detrás de todo eso (o no, y te enfadas porque señores, se suponía que Lucy era inocente, no una serpiente buscona).

(Luego tienes sorpresas maravillosas, como es la adaptación de La Ladrona de Libros, que es prácticamente perfecta, porque si, se deja escenas, si, desaparecen cosas, pero las sensaciones que transmite son las mismas, el mensaje que logra hacer llegar es el mismo, y eso es algo de lo que muchos directores se olvidan, el mensaje detrás de tanta historia. O El Silencio de los Corderos, otra adaptación que me parece absolutamente maravillosa en casi todos sus detalles) (O las películas que acaban mejorando a los libros, como el caso de El Padrino, damas y caballeros).

(Añadir que por supuesto, tienes esos momentos en los que la adaptación simplemente es mala, horrible y catastrófica, y no hay forma de salvarla, como es el caso de La Reina de los Condenados como un intento de Lestat el Vampiro y la obra que da título a la película, remezclados y destrozados sin piedad) (O Eragon, otra que tampoco fue buena ni como película, y eso que también tiene en sus filas a Jeremy Irons... Hay cosas que ni un Dios del Cine puede salvar).

¿La única solución? Aprender a disfrutar ambos. Aprender a olvidar que te leíste el libro. Olvidar que lo están adaptando. Quitarte de la cabeza que es una copia del libro, y quitarte también de la cabeza que han leído el mismo libro que tu, porque no, solo tú has leído el libro de esa forma (además del hecho innegable de que hay libros que son inadaptables y hay cosas que el cine no puede hacer de ninguna de las maneras). Aprender a disfrutar de una película como una película, y de un libro como un libro.



PD: Disney, lo que hiciste con Peter Pan no lo perdono. Incluso yo tengo mi límite. Ànims, Garfio.

*

Tan solo he nombrado algunas adaptaciones para no hacer un escrito-listado, y hacer más bien algo genérico, pero si tenéis alguna adaptación sobre la que os gustaría hablar en particular, dejad un comentario aquí abajo, además de dar vuestra opinión.

10 comentarios:

  1. El Hobbit no es una adaptación, cualquier parecido con el libro es casi mera coincidencia. La de ESDLA fue aceptable.

    En general tengo mucho miedo a las adaptaciones, sobre todo si son de libros muy queridos porque sé que me voy a pasar la película indignada y chirriando (no, en serio, me miró media sala de cine cuando lo de Faramir y el anillo porque se me escapó un ¡ESO NO ES ASÍ!). De hecho me indigno en la sala y hago aspavientos xD

    Yo metería entre las buenas los Juegos del Hambre. Han plasmado Panem y dan más visiones q en los libros, lo que es normal porque con el POV de Katniss no puedes. Ves que hacen el resto, que pasa y como viven fuera de la arena y consiguen crearlo de tal manera que lo reconoces como el Panem que leiste aunque no aparezca en los libros.

    De hecho a ratos ganan con respecto a los libros porque Katniss especialmente en el primero es una narradora que ataca los nervios xD

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    1. De El Hobbit han cogido una idea muy general y han dicho "eh, eh, ¡elfos y enanos! Vamos allá", y punto. ESDLA como adaptación aceptable, pero como películas son muy muy buenas :)

      El temor a las adaptaciones es algo muy natural, porque todos nos hemos llevado palos, pero me dan especial gracia tus reacciones :___D

      Los Juegos del Hambre son una buena recomendación, tienes razón. La línea argumental era sencilla de adaptar porque está muy guionizada ya de por si (se nota el estilo de la autora), y el añadir otros puntos de vista tan solo le añade más riqueza a la historia.

      Katniss como narradora me pasa como con Louis en Entrevista. Lo buena que es la historia y lo poco que te aguanto.

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  2. Si, me repito tu párrafo de "no es lo mismo". Lo entiendo, lo comprendo. Lo comparto.

    PERO cuando a veces estás en la butaca del cine no puedes evitar pensar (a voces): ¿¡PORQUÉ HAN QUITADO ESO?! ¡X NO ES ASÍ!
    Luego vuelvo a pensar el: vale, bueno, es una película. La mayoría de las veces.

    Por ejemplo, la ausencia de Tom Bombadil yo la comprendo... Después al Hobbit ya iba con esa idea a fuego, iba sin expectativas y ya.

    De los Juegos no puedo opinar porque no me he leído los libros, pero todavía estoy llorando por lo de la Reina de los Condenados (una de esas veces que no pienso luego lo de "vale, es una película") xDD


    - Koala




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    1. A mi también me cuesta seguir mis propios consejos, no te creas. Me cuesta entre mucho y bastante y más cuando veo según qué burradas. Como lo de La Reina de los Condenados, es que no vale ni como pelicula XDD

      :)

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  3. Cada vez que me dispongo a ver una adaptación cinematográfica o una versión basada en X obra, mi mente borra todo lo que sé y se queda como una hoja en blanco que va a ser escrita por la creación de alguien.

    Para mí, una versión no deja de ser, como bien dices, la interpretación de la obra de otro. Una recreación. Y como bien dice la palabra, el versionador crea. De algún modo se distancia de la obra del otro porque tiene cerebro y experiencias.

    Creo que por el motivo que acabo de comentar, me encanta que Baz Luhrmann añada canciones de nuestra época con un toque de Jazz y exceso en El gran Gatsby, y no perdono la adaptación de El curioso caso de Benjamin Button. 50 páginas de cuento y una película de 8 horas innecesarias. Yo también tengo cerebro y experiencias.

    Adoro las adaptaciones y las versiones (a pesar de Benjamin Button).

    <3

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    1. Vas a ver una adaptación con la mejor actitud posible, pues. Es algo que a veces, más aún cuando eres muy cercana al libro, cuesta, pero también es lo más sencillo. De las que has mencionado no puedo opinar, porque no he leído ninguno de los dos libros, aunque siguen pendientes.

      ¡Un abrazo! :)

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  4. La primera vez que me cabreé por una adaptación (y que supe lo que era una adaptación en sí) era un coco pre-adolescente que ya se había leído un buen puñado de novelas de Jack London. "La llamada de lo salvaje" siempre ha sido mi preferida, pero obviamente había leído "Colmillo Blanco" y un día me regalaron el VHS de la peli. Hecha por Disney y convertida, para mi inocente cabreo, en una simpática película de sobremesa familiar donde la historia y ese mundo salvaje descrito por London había quedado completamente desdibujada.

    Desde entonces, basculo entre la esporádica indignación y una general resignación.

    Puedo entender que hay cosas difíciles de adaptar. Por ejemplo, GoT en un primer momento me pareció una adaptación muy buena. Entiendo que tengan que cortar cosas, que fusionar personajes, vale, perfecto. El problema es cuando, como has dicho, prefieren meter un minuto de tetas a costa de sacrificar una parte importante de la trama. Cuando ves que no les costaría nada hacerlo bien, pero deliberadamente prefieren hacerlo mal porque EH MIRAD TODOS ES UNA ESCENA DE SEXO.

    Hay adaptaciones y adaptaciones. Adaptaciones que acaban igualando o incluso superando a la obra escrita -como bien ha explicado Mer con el ejemplo de Los Juegos del Hambre-. Hay adaptaciones que se alejan del argumento original pero acaban siendo buenas series y películas. Lo que no puedo entender, ni perdonar, son las adaptaciones que cogen un material maravilloso y lo mutilan y destrozan para acabar pariendo una auténtica bazofia -como le ha pasado a uno de mis libros preferidos de siempre, El Médico-. Como diría alguien a quien sé que admiras personalmente: ¿POR QUÉ?

    Y eso. Que buena entrada ^^

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    1. Es una historia triste que podríamos añadir a un libro que coleccionase tristezas: "El día que una adaptación rompió mi corazón". Lágrimas y lágrimas de lectoras que se hicieron fuertes a través de crueles directores :P

      " El problema es cuando, como has dicho, prefieren meter un minuto de tetas a costa de sacrificar una parte importante de la trama" es que creo que tu y yo llevamos comentando toda o casi toda la serie y es la primera vez que coincidimos de forma tan salvaje en algo, en el final de esta última temporada. No logro tragarme ni una justificación.

      Pur que, Naru. Pur que.

      (Muchas gracias ^^)

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  5. He visto que me seguías y me he pasado a echar un vistazo, y me he quedado boquoabierta. Es una entrada buenísima, muy bien argumentada y ejemplificada. Me ha encantado.
    Estoy de acuerdo contigo; el cine y la literatura son dos géneros muy distintos, y ambos tienen sus pros y sus contras. Eso hace que se pueda disfrutar mucho tanto de un libro como de su adaptación cinematográfica. Sin embargo, a mí siempre me asusta que, al poner rostro y voz terrenal a los personajes, se vaya a perder esa magia de la nebulosa que envuelve a los personajes cuando los recreas en tu mente gracias a las palabras.
    ¡Un saludo!

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  6. ¡Hola! La verdad es que estoy ampliando mi círculo de lectura de blogs y, de paso, viendo a ver si el mío se da a conocer un poco más, y en esas me topé con el tuyo y me gustó.

    Primero, muchas gracias por el comentario sobre la entrada, el escribir tanto para la universidad me ayudó a la hora de escribir cosas como una entrada de blog. Tengo alguna que otra idea más, irán saliendo algún sábado que otro.

    ¡Esa es otra! La magia de los personajes cuando solo están en tu mente, y en eso tengo una triste anécdota: La primera vez que escuché al doblador de Ron Weasley. No me pude volver a quitar ese tono atontado de la cabeza, y ya no puedo leer los libros sin que suene ese tono en mi cabeza. Trágico :P

    ¡Saludos de vuelta! ^^

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